Un volante de fórmula 1 tiene un total de 25 botones e interruptores y, por supuesto, el embrague y las palancas de cambio. Cinco de esos botones e interruptores cambian la configuración de los frenos del coche: el piloto puede variar el reparto de frenada de la parte delantera a la trasera o viceversa, para optimizar de ese modo el equilibrio de los frenos en una curva concreta, cambiar la cantidad de frenado del motor o ajustar la migración de frenos, que es un cambio dinámico del equilibrio de frenos según la fuerza con la que el piloto pisa el pedal. El nuevo sistema DRS también se puede activar con sólo presionar un botón.